Nosotros, los Liberales y el Derecho de Familia (Mises)
La definición del concepto de Familia, tiene particular importancia las aportaciones de unos de los grandes economistas y filósofos Ludwig Von Mises, del cual me declaro seguidor en sus justos términos…
Para Mises, la familia así como la estructura de la economía de mercado, no es un producto de las políticas; es un producto de la asociación voluntaria, necesaria por las realidades biológicas y sociales. El capitalismo reforzó el matrimonio y la familia, ya que es un sistema que depende del consentimiento y el voluntariado en todas las relaciones sociales.
Así, tanto la familia como el capitalismo comparten los mismos fundamentos éticos e institucionales. Cuando se trata de abolir estas bases, los socialistas reemplazarían una sociedad basada en contratos por una basada en la violencia. El resultado sería el colapso social total.
Cuando los socialdemócratas Sidney y Beatrice Webb viajaron a la Unión Soviética, una década después del lanzamiento del libro de Mises, relataron una realidad diferente. Ellos encontraron mujeres liberadas del yugo de la familia y del matrimonio, viviendo vidas felices y plenas. Era una fantasía tan grande -de hecho, una sangrienta fantasía- como su afirmación de que la sociedad soviética se estaba convirtiendo en la más próspera de la historia.
Actualmente, ningún intelectual sano aboga por el socialismo económico total; pero una versión aguada del programa socialista para la familia es la fuerza impulsora de las diversas políticas sociales más famosas en todo el mundo. Este programa va de la mano con la restricción de la economía de mercado en otras áreas.
No es casualidad que el surgimiento del amor libre haya acompañado el auge y el pleno desarrollo del Estado del bienestar. La idea de la emancipación de la necesidad de trabajar (y de ahorrar e invertir) y de la emancipación de nuestra naturaleza sexual proviene del mismo impulso ideológico: superar las realidades de la naturaleza establecidas. Como resultado de ello, la familia sufrió -tal como Mises predijo que sucedería.
Mientras que los defensores de la familia y los defensores del capitalismo deberían estar unidos en un único programa político destinado a aplastar al Estado intervencionista, por lo general no lo están. Los defensores de la familia, incluso los conservadores, a menudo condenan al capitalismo financiero como una fuerza alienante, y defienden políticas irreflexivas tales como tarifas, monopolios sindicales y programas de salarios mínimos para las personas casadas.
Al mismo tiempo, los partidarios de la libre empresa tienen poco interés en relación con las preocupaciones genuinas de los partidarios de la familia. Y ambos no parecen estar interesados en los ataques radicales a la libertad y a la familia que las políticas gubernamentales como las leyes sobre el trabajo infantil, las escuelas públicas, la seguridad social, los altos impuestos y la medicina socializada representan. En opinión de Mises, esta separación es perjudicial.
“No es casualidad que la propuesta para tratar a hombres y mujeres radicalmente iguales, de tener al Estado regulando las relaciones sexuales, de colocar a niños en guarderías públicas y asegurar que los niños y los padres permanecen casi desconocidos entre sí, tenga su origen en Platón”, a quién le importaba muy poco la libertad.
Tampoco es casualidad que estas mismas propuestas hoy en día estén en manos de personas que no tienen la más mínima consideración por la familia y por las leyes económica.
Ludwig von Mises, traduccion de Rockwell,